Los socialistas no mueren,
se siembran.
Pablo Iglesias
Qué pocas ganas de escribir y qué pocas ganas de nada. Han asesinado a un compañero de la forma más cobarde y miserable. A Isaías. Y, sin embargo, porque creo que le debemos el esfuerzo, he encontrado un poco de energía para sentarme a escribir. Lo he hecho viendo el coraje, la determinación, la valentía cívica y la dignidad de su hija, pidiéndonos a todos que vayamos a votar. Contra las balas de los cobardes, los votos de los demócratas.
El triunfo de Isaías es, más allá de haber dado la vida por sus ideas, que no es poco triunfo, haber creado una familia, haber educado a su hija (y a sus otros dos hijos, imagino que igualmente) con esa conciencia. ¡Bravo, Isaías!
No puedo decir lo mismo de otros. Me ha dado vergüenza ajena ver algunos comportamientos de estos días entre los dirigentes del PP. Queriendo arrimar el ascua a su sardina, queriendo instrumentalizar hasta la muerte de un militante socialista. ¡Que nos dejen llorar nuestras propias lágrimas en paz! Asco y vergüenza.
El triunfo de Isaías es, más allá de haber dado la vida por sus ideas, que no es poco triunfo, haber creado una familia, haber educado a su hija (y a sus otros dos hijos, imagino que igualmente) con esa conciencia. ¡Bravo, Isaías!
No puedo decir lo mismo de otros. Me ha dado vergüenza ajena ver algunos comportamientos de estos días entre los dirigentes del PP. Queriendo arrimar el ascua a su sardina, queriendo instrumentalizar hasta la muerte de un militante socialista. ¡Que nos dejen llorar nuestras propias lágrimas en paz! Asco y vergüenza.
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