27 julio 2006

Aznar negoció con ETA

Artículo previamente publicado en el diario "El Comercio" (www.elcomerciodigital.com)

Ocultar la verdad en política siempre es arriesgado. Al PP le costó perder las últimas elecciones, pero no aprendió la lección. Pretende ocultarla ahora cuando basa su estrategia de oposición en encubrir la realidad de su propia negociación con ETA e intentar hacer fracasar el proceso actual con unos ataques contra el PSOE y contra el presidente Rodríguez Zapatero que carecen la más mínima base a poca memoria que uno tenga. La manipulación de la que está siendo víctima el proceso de paz exige algunas puntualizaciones –todas ellas contrastables fácilmente en las hemerotecas– para ser fieles a la verdad.
Aznar inició la negociación con ETA en noviembre de 1998 e hizo unas declaraciones formales en las que así lo anunciaba. Sus lenguaje de entonces tiene una gran trascendencia. Nadie puede pensar que un presidente del gobierno use al azar sus palabras en una comparecencia pública. Todas y cada una de ellas tienen su intención, están bien meditadas y responden a lo que el presidente y su equipo quieren transmitir. Y más aún cuando el objeto de la comparecencia es nada menos que anunciar el inicio de negociaciones con la banda terrorista ETA.
En aquella ocasión, Aznar se refirió a ETA como “Movimiento de Liberación Nacional Vasco”. Y esta fue, sin duda, su primera concesión política a la banda, al reconocer que al menos una de las partes en conflicto pensaba que había una nación, el País Vasco, que debía ser liberada de algo. Ese reconocimiento nunca fue explicitado por otro presidente del gobierno español, ni antes ni después de que lo hiciera Aznar. La expresión venía a dar, en boca de quien la pronunciaba, carta de naturaleza política al conflicto (algo inédito hasta ese momento) y significaba un cambio de rumbo de hondo calado en la política antiterrorista de todos los gobiernos de la democracia. Por otro, equiparaba a la banda a otros movimientos que, utilizando análogas denominaciones, han luchado, especialmente en América Latina, contra diversas dictaduras, reconociéndole una cierta legitimidad de la que, sin duda, carece. Además, ponía sobre la mesa el programa político de la banda, la denominada alternativa KAS (inseparable de las siglas MLNV que Aznar utilizó) y que recoge las aspiraciones máximas de la banda.
Otros miembros del gobierno de Aznar, antes y durante el proceso hicieron declaraciones que preparaban el camino para un final dialogado de la violencia. Ricardo Martí Fluxá, Secretario de Estado de Seguridad, decía: “El proceso será largo. No podrá haber nunca vencedores ni vencidos”. Y continuaba: “La palabra rendición total es profundamente ajena a lo que puede suponer la posición del gobierno [del PP] en torno a ETA”.
Es decir, el gobierno de Aznar estaba poniendo en marcha un profundo camino de negociación política radicalmente contrario a sus posiciones actuales. Además, lo estaba poniendo en marcha pocos meses después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, cuando apenas se llevaban tres meses de tregua y en un año, el 98, en que ETA había asesinado a seis personas, entre ellas, el concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y su esposa. ¿Traicionó Aznar a estos muertos?
Durante los trece meses que duró el cese de la violencia terrorista se produjeron, sin embargo, más de mil quinientos actos de kale borroka y continuó la extorsión a empresarios, actuaciones que, a diferencia de la actual, no estaban incluidos en la tregua del 98. Sin embargo, nada de esto impidió que las negociaciones continuasen. Es más, los gestos del gobierno de Aznar hacia ETA habían comenzado antes, ya en el año 96, cuando se iniciaron los acercamientos de presos al País Vasco, siendo Mayor Oreja ministro del Interior y mientras permanecía secuestrado Ortega Lara. ETA le agradeció públicamente el gesto, por boca del portavoz independentista Floren Aoiz: “El hecho de que el gobierno vaya dando marcha atrás en la política de alejar presos nos parece algo positivo y estamos convencidos, además, de que es fruto de la lucha de este pueblo”. Unos 135 presos se beneficiaron de las medidas de acercamiento, entre ellos, algunos de los más sanguinarios, como Domingo Troitiño, que participó en la matanza de Hipercor. También se concedieron numerosos terceros grados, que permitían a sus beneficiarios acudir sólo a dormir a la cárcel.
A lo largo de este proceso, todos los partidos políticos apoyaron sin fisuras y lealmente al gobierno de Aznar en la negociación que iniciaba. Sin embargo, este apoyo no fue correspondido con una actitud de consenso o de diálogo con la oposición. El representante del PSOE en materia antiterrorista, Alfredo Pérez Rubalcaba, se enteró del inicio del proceso por un teletipo de la agencia EFE. Al día siguiente, un representante del PP le llamó por teléfono y le leyó el mismo teletipo textualmente. Esa fue toda la participación que el PP permitió al principal partido de la oposición.

La reunión con la banda terrorista se desarrolla en Suiza durante la primavera de 1999. En agosto de ese año, hay declaraciones de dirigentes del PP donde se aventuraban nuevos contactos y medidas penitenciarias favorables. Por desgracia para todos, tres meses después, las negociaciones fracasaban y ETA daba por finalizada la tregua. No salió bien, pero había que intentarlo y el gobierno de Aznar cumplió con su deber, lo mismo que el de Felipe González antes y el de José Luis Rodríguez Zapatero en la actualidad. Esperemos que ésta sea la definitiva y que el PP abandone la estrategia de torpedear el proceso por la única razón de que es un presidente socialista el que lo ha iniciado.

¿Ha sido un atentado terrorista?

El homicidio de cuatro observadores de la ONU en el sur del Líbano ¿ha sido un atentado terrorista de Israel? Yo no me siento capacitado para dar una respuesta definitiva, pero muchos datos oscuros y extraños en torno a ese ataque hacen plantearse la moralidad de la actuación de Israel en la zona. No es que las vidas de unos observadores de la ONU valgan más que las de cualquier libanés. Valen lo mismo y son ya decenas los hombres y mujeres inocentes muertos en la ofensiva. Pero el hecho de que se trate de un ataque con bombas de alta precisión contra las instalaciones de una organización internacional de la que los israelitas sabían con total certeza que no participaba en los combates ni albergaba a terrorista alguno es, sin duda, revelador. Dichas instalaciones estaban perfectamente identificadas y no cabe pensar que Israel, con uno de los servicios de inteligencia más potentes del planeta, desconociese su ubicación. Por otro lado, la misión de la ONU, con el nombre de FINUL, lleva presente en el Líbano desde hace 28 años.
A lo largo del ataque, que duró más de 6 horas, los observadores de la ONU habían llamado 10 veces para advertir a las autoridades israelíes de su situación, en plena línea de fuego, siendo víctimas de los bombardeos de su ejército. Nada hizo Israel. Cuatro muertos más, inexplicables, en una progresión de violencia que nadie sabe como parar. Quizás no anduviese descaminado Pepe Blanco cuando afirmó que los muertos civiles tal vez no eran sólo simples daños colaterales.

21 julio 2006

Contra la guerra y la barbarie

Transcribo aquí el manifiesto de diversas organizaciones ante la situación de guerra que está viviendo el Oriente Próximo. Puede encontrarse también en la página www.ugt.es

NO A LA GUERRA Y A LA OCUPACIÓN. POR LA PAZ EN ORIENTE PRÓXIMO
Oriente Próximo está desmoronándose y la desproporcionada acción militar israelí en el Líbano y Gaza debe cesar. Dado lo extremadamente grave de la situación, hacemos un llamamiento para que se paralice de inmediato la intervención militar y las tropas vuelvan a sus cuarteles. No podemos consentir más actos de guerra que cuestionan las legítimas aspiraciones y derechos de las poblaciones que aspiran a vivir en paz y con dignidad.
Queremos reaccionar. Tanta violación del derecho internacional no puede agotar la indignación del mundo. No creemos en la justicia abstracta y menos en la de la ley del Talión. Defendemos el derecho internacional, la democracia cotidiana y el libre ejercicio de la convivencia ciudadana. Y como organizaciones convocantes queremos ser firmes en nuestra voluntad de contribuir al acuerdo y el reconocimiento mutuo de dos Estados, uno israelí y otro palestino, mediante el cumplimiento del derecho internacional.
Todos somos rehenes, mujeres, hombres, niños, ancianos, pueblos, buena gente que asistimos impotentes a las imágenes de destrucción. La espiral de violencia que nos atenaza es brutal e injusta. Estamos asistiendo a la sinrazón de una nueva violación de los Convenios de Ginebra sobre las leyes de la guerra.
Nunca habrá una solución militar para este conflicto. Por ello rechazamos que la única estrategia que cuente sea la militar. Exigimos la inmediata intervención del Comité Internacional de la Cruz Roja y reclamamos la urgente movilización de los actores sociales, de todas las instituciones, para que su autoridad moral se legitime con el apoyo de miles de ciudadanos y ciudadanas que queremos poner fin a la guerra y la ocupación de militar.
No queremos más actuaciones simbólicas o testimoniales. Sí, pedimos la renuncia a cualquier violencia. Pero no consentiremos el doble rasero en la exigencia de condiciones. La paz en Oriente Próximo implica el reconocimiento al derecho de existencia de un Estado palestino en los territorios ocupados ilegalmente desde 1967.
No podemos callar más. Realizamos un llamamiento al fin de la violencia, para que se cumpla la legislación internacional, se levante el castigo colectivo y se impulse ayuda humanitaria masiva para las poblaciones afectadas por el conflicto. Y pedimos al Gobierno español, a la Unión Europea y a los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que actúen con urgencia para lograrlo.
ORGANIZACIONES CONVOCANTES: PSOE, IU, CCOO, UGT, Foro Social de Madrid, Asociación Hispano-Palestina “Jerusalén”, Plataforma “2015 y más”, Federación de Asociaciones de Defensa de los Derechos Humanos, Paz con Dignidad, ONG “Paz Ahora”

04 julio 2006

El civismo será asignatura

La Ley Orgánica de Educación incluye una asignatura denominada educación para la ciudadanía y los derechos humanos. Es, sin duda, una buena noticia. El civismo -la condición de ciudadanos de una sociedad- se aprende. Es preciso dedicar cierto tiempo y esfuerzo a asimilar contenidos como los propuestos para esta nueva asignatura: democracia y participación ciudadana, medio ambiente, igualdad entre sexos, educación vial, solidaridad y multiculturalidad. Muchos países como Finlandia, Dinamarca, Suecia o Francia ya disponen de asignaturas similares.
En una sociedad plural, con multitud de ideologías, creencias, religiones o ausencia de ellas, orígenes culturales, etc. hemos dejado de tener una fuente única de valores y "virtudes", como ocurría en el pasado y, sin embargo, todavía no hemos construido un espacio común y compartido por todos, por la sociedad en su conjunto, que facilite la convivencia y la construcción de un civismo constitucional que, sin restar nada a los principios privados de cada uno, asiente el marco de mínimos exigibles a todos.
Como ha escrito la catedrática de Ética Adela Cortina, "ha costado mucho aprender que la libertad es superior a la esclavitud, la igualdad a la desigualdad, la solidaridad a la exclusión, el respeto activo al desprecio, la responsabilidad por lo vulnerable al abandono". No dejemos que esa lectura humanista y de progreso quede orillada, al contrario, debemos ponerla en el centro del sistema educativo y cooperar para que se transmitan a las generaciones en formación para que el futuro sea mejor que el presente.