19 mayo 2006

Por un mundo árabe moderno y laico

Se repite cada vez más el debate de si es posible un mundo árabe que, al igual que hizo hace siglos el occidente cristiano, separe poder civil y religión, modernice sus estructuras y establezca un sistema democrático respetuoso con la Declaración Universal de los derechos humanos. Decenas de miles de turcos, que se manifestaron ayer contra el asesinato de un juez a manos de un abogado islamista, parecen afirmar que sí. Que es posible. "Turquía es laica y seguirá siéndolo", coreaban los manifestantes.
El mundo islámico tiene pendiente la revolución de la modernidad. Debe aún hacer su "revolución francesa" y debe dar a luz a su propio Voltaire. Tal vez lleven algunos siglos de retraso en ese proceso, pero no están peor de lo que estaban nuestros propios países hace tiempo. Y tampoco nuestro camino ha sido lineal y sin retrocesos. Al contrario, muchas han sido nuestras idas y venidas (baste recordar los 40 años de nacional-catolicismo español).
Nosotros, desde las naciones occidentales, estamos obligados a facilitar ese devenir, sin dar argumentos a los fundamentalistas para que propaguen el extremismo religioso. Amenazas, prepotencia, bombardeos, partidismo ante sus conflictos, como el palestino... todo ello va en la mala dirección. La miseria y la desesperación de los pueblos tampoco ayuda en nada y debe ser combatida desde la solidaridad mínima exigida por nuestro presunto humanismo.
Creo que, de algún modo, el acercamiento respetuoso y el diálogo como iguales sí puede producir los frutos apetecidos. Varios líderes árabes participaron en Sevilla con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la inauguración de una exposición sobre el pensador árabe Ibn Jaldun, en el marco de la Alianza de Civilizaciones que, promovida por Zapatero, ha sido adoptada como propia por el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan. Facilitar el diálogo y la comprensión mutua es su objetivo y, personalmente, creo que ése es el camino para conseguir un mundo árabe laico y moderno en el siglo XXI.

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